miércoles, 7 de septiembre de 2011

RECORTAMOS SONRISAS

Hay una pregunta de un conocido test de personalidad que pregunta si consideras oportuno cambiar las leyes cuando son arcaicas, o deben mantenerse puesto que las leyes están por encima de cuestiones cotidianas.
Bueno, pues ahora resulta que no sólo las leyes sino que la propia Constitución es modificable en función de los intereses y criterios de quienes nos representan (o MEJOR DICHO NO NOS REPRESENTAN). El cambio se hace, y ya está, sin preguntar, total, para qué.
En fin, que igual que la historia la hacen los vencedores, la Constitución también la moldean sin preguntar, los avances sociales (que tanto han costado conseguirse) se recortan como el que corta el papel del WC. Al fin y al cabo eso es lo que somos para ellos, papel higiénico.

Un indignado
M.

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