Las palabras, las cosas nos traen recuerdos. No es tan importante el objeto, la cosa en sí como el valor simbólico que poseen, es decir, las cosas que nos evocan.
Una pluma no es sólo una pluma, sino la persona que te la regaló, el suave trazo de la misma sobre el papel, los recuerdos de lo que escribiste con ella... A mí no se me olvida la pluma de nácar que Vanessa me regaló y que ha servido para que siga y siga escribiendo, dedicándole mis humildes escritos.
Pero sin desviarnos del tema, ahora que estoy leyendo a Rosa Montero, en concreto Lágrimas en la Lluvia, me trae recuerdos de cuando vi por primera vez, de pequeño esa magnífica película llamada Blade Runner y cómo la vi otra vez cuando era adolescente y otra más cuando ya era adulto. Me fascina el ambiente que Scott llevó a la pantalla, y le doy gracias a Rosa Montero por traerme todos los recuerdos de mi infancia. Lástima las 3 horas de cola para que me dedicara el libro en la Feria de Madrid.
LA MEMORIA. Ése es el tema central... lo que nos hace humanos, y asociado a ello LAS EMOCIONES.
Sin ellas nos convertiríamos en una NARANJA MECÁNICA, como dijera Burgues. Algo tan natural pero a la vez sin su esencia, sin su zumo.
Por eso, no debemos olvidar nuestros recuerdos buenos y malos, y sobre todo no debemos acotar nuestras emociones, si no, seríamos replicantes.
M.
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